Hernia discal en perros: síntomas, tratamiento y recuperación

¿Sabes qué es la hernia discal en perros? Descubre cómo reconocerla, en qué consiste el diagnóstico, las opciones de tratamiento y qué recuperación puede esperar tu mascota.

Alejandro Seisdedos Benzal

11/24/20257 min read

La hernia discal en perros puede derivar en una las enfermedades neurológicas más frecuentes. Ocurre cuando el disco intervertebral se rompe o se desplaza y comprime hacia arriba la médula espinal, causando dolor, cojera, dificultad para caminar e incluso parálisis. En este artículo te explicamos, de forma clara y profesional, cómo saber si mi perro tiene una hernia discal, qué opciones de tratamiento existen, cómo es el posoperatorio y qué secuelas pueden quedar, basándonos en la experiencia de Sinapsis Neurología Veterinaria y en la neurología veterinaria actual.

¿Qué es exactamente una hernia discal en perros?

Entre cada par de vértebras hay un “almohadón” llamado disco intervertebral, formado por un núcleo pulposo (más blando) y un anillo fibroso (más duro). Su función es amortiguar los movimientos de la columna y proteger la médula espinal que pasa por dentro. Cuando ese disco se degenera, se rompe o se desplaza, parte de su contenido sale hacia el canal vertebral y presiona la médula espinal: eso es una hernia discal.

En las razas de patas cortas (teckel, bulldog francés, shih tzu, beagle, etc.) la degeneración del disco aparece antes y por eso tienen más riesgo a edades relativamente jóvenes, aunque cualquier perro, incluso mestizos y razas grandes, puede verse afectado.

Cuando el material del disco sube hacia la médula espinal, esta se ve comprimida como si la aplastaran desde abajo. Esa presión es la que provoca el dolor y los signos neurológicos (ataxia, debilidad o parálisis). Según la cantidad de material herniado y el tiempo que lleve haciendo presión, el cuadro será más o menos grave. Si la compresión es intensa y prolongada, las fibras nerviosas pueden lesionarse de forma irreversible, por eso el diagnóstico y tratamiento tempranos son clave para el pronóstico.

¿Cómo saber si mi perro tiene una hernia discal?

La pregunta de “cómo saber si mi perro tiene una hernia discal” es muy habitual en consulta, porque los primeros signos pueden confundirse con un simple dolor de espalda o una cojera. Algunos signos clínicos que deben hacerte sospechar son:

  • Dolor al moverse, al subir o bajar del sofá o al cogerlo en brazos.

  • Quejidos o lloros al tocar la espalda o el cuello.

  • Negarse a caminar, jugar o subir escaleras.

  • Espalda arqueada o postura extraña para intentar aliviar el dolor.

  • Incoordinación (camina “borracho”) o tropieza con las patas.

  • Debilidad de las extremidades (especialmente las traseras).

  • Dificultad o incapacidad para ponerse de pie.

  • En casos más graves, pérdida de control de la orina o las heces.

Un perro con hernia discal puede presentar desde solo dolor y ligera incoordinación hasta parálisis completa de las patas y pérdida de sensibilidad profunda. Cuanto más avanzados son los signos (por ejemplo, si ya no siente dolor cuando se pellizca suavemente un dedo), más urgente es la situación y más reservado será el pronóstico si no se actúa rápido.

Si notas cualquiera de estos signos, no esperes a ver si “se le pasa solo”. Evita que tu perro salte o suba escaleras, mantenlo lo más quieto posible y acude cuanto antes a tu veterinario o directamente a un servicio especializado en neurología, donde se puede valorar de forma específica si se trata de una hernia discal u otro problema de columna.

Diagnóstico: del perro con hernia discal al plan de tratamiento

El primer paso es siempre una consulta de neurología y un examen neurológico completo. En Sinapsis Neurología Veterinaria se localiza la lesión dentro del sistema nervioso (por ejemplo, cuello, zona toracolumbar, región lumbar baja), lo que permite orientar muy bien qué pruebas de imagen son necesarias.

Una vez se sospecha una hernia discal, las pruebas más utilizadas son:

  • TAC de columna: permite ver las vértebras y localizar zonas donde el disco intervertebral parece alterado o el canal medular se ve estrechado.

  • MieloTAC: se inyecta contraste alrededor de la médula espinal para visualizar con mayor precisión dónde el disco está herniado y hasta qué punto la médula está comprimida. Es una técnica muy útil para confirmar hernias discales y planificar la cirugía.

En algunos casos se pueden utilizar otras técnicas o combinaciones de pruebas, pero el objetivo siempre es el mismo: confirmar que el problema es una hernia discal y saber exactamente en qué punto de la columna está y cuánto comprime la médula. Con esa información se decide el mejor tratamiento para cada paciente.

Tratamiento: ¿se puede recuperar un perro con una hernia discal?

Una de las dudas más frecuentes es esta. La respuesta es que sí, muchos perros se recuperan muy bien, pero el pronóstico depende de varios factores:

  • Grado de afectación neurológica (si camina, si solo se arrastra, si ha perdido la sensibilidad al dolor profundo…).

  • Tiempo que lleva la médula espinal comprimida.

  • Localización de la hernia discal.

  • Edad y estado general del paciente.

En casos leves, donde hay dolor y algo de incoordinación pero el perro sigue caminando, puede plantearse un tratamiento conservador (reposo estricto, medicación para el dolor, antiinflamatorios cuidadosamente seleccionados y, en algunas situaciones, fisioterapia). Sin embargo, el riesgo de recaída existe y, si los signos empeoran, suele ser necesario recurrir a la cirugía.

En casos moderados o graves (cuando el perro ya no puede andar, se arrastra o ha perdido la sensibilidad profunda), la cirugía descompresiva es el tratamiento de elección. En Sinapsis Neurología Veterinaria se realizan técnicas como la hemilaminectomía o el slot ventral, en las que se retira quirúrgicamente una parte de la vértebra para acceder al canal medular y quitar el disco herniado que está comprimiendo la médula espinal.

Cuando se actúa rápido y la médula no ha sufrido un daño irreversible, puede llegar incluso a volver a caminar y tener una buena calidad de vida. En los casos más avanzados, aunque la recuperación sea más lenta o incompleta, muchos pacientes mejoran con una combinación de cirugía, medicación y rehabilitación.

Secuelas de hernia discal en perros y pronóstico

No todos los perros evolucionan igual, y es importante hablar de las posibles secuelas de hernia discal en perros. Las principales son:

  • Dolor crónico en la zona afectada, sobre todo si existían cambios degenerativos importantes en la columna.

  • Incoordinación leve o “andar raro”, especialmente en suelos deslizantes.

  • Debilidad residual en las patas, que puede acentuarse con ejercicio intenso o con la edad.

  • Problemas para controlar la orina o las heces en los casos más graves, cuando la médula o la cauda equina han resultado muy dañadas.

El pronóstico suele ser bueno a muy bueno cuando el perro todavía siente dolor en las extremidades afectadas en el momento de la cirugía. Si el perro ha perdido el dolor profundo durante varias horas antes de ser operado, las posibilidades de volver a caminar disminuyen, pero aun así algunos pacientes mejoran con un manejo intensivo y rehabilitación.

La fisioterapia y la rehabilitación (ejercicios guiados, hidroterapia, masajes, estimulación neuromuscular, etc.) son fundamentales para reducir las secuelas de hernia discal en perros, acelerar la recuperación y mejorar la fuerza muscular y la coordinación. Muchos perros vuelven a una vida muy similar a la que tenían antes del problema cuando se combinan cirugía temprana y rehabilitación adecuada.

Posoperatorio de la cirugía de una hernia discal

El posoperatorio de hernia discal en perros es una fase clave del tratamiento. Una buena cirugía puede fracasar si el cuidado posterior no es correcto. Los puntos más importantes son:

  • Reposo controlado: durante las primeras semanas el perro debe permanecer en un espacio reducido, sin saltar ni subir escaleras. Los paseos son solo para hacer sus necesidades y siempre con correa.

  • Control del dolor: el neurólogo veterinario ajustará los analgésicos y antiinflamatorios según la evolución, evitando medicaciones no prescritas.

  • Cuidados de la herida: mantener la incisión limpia y seca, vigilar enrojecimiento, inflamación o secreción.

  • Ayuda para orinar: algunos perros necesitan ayuda para vaciar la vejiga durante unos días, o incluso más tiempo en los casos graves.

  • Rehabilitación temprana: ejercicios pasivos de movilidad, cambios de postura frecuentes para evitar úlceras, y, cuando el veterinario lo indique, ejercicios activos y fisioterapia más avanzada.

En este periodo, la comunicación con el equipo de neurología es esencial. Cada caso es diferente y el plan de posoperatorio se individualiza según la localización de la hernia, la gravedad inicial y la respuesta del paciente.

¿Cuándo acudir de urgencias a un neurólogo veterinario?

Debes considerar la situación una urgencia neurológica si tu perro:

  • No puede ponerse de pie o se arrastra.

  • Pierde la sensibilidad al dolor en alguna extremidad.

  • No puede orinar o defecar de forma normal.

  • Empeora de forma brusca tras un episodio de dolor de espalda.

En estos casos, cuanto antes reciba atención especializada, más opciones tendrá de recuperar la función neurológica.

Conclusión

La hernia discal en perros es una enfermedad frecuente, dolorosa y potencialmente muy grave, pero con un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado muchos perros vuelven a caminar y a llevar una vida casi normal. Entender cómo detectar si tu perro tiene una hernia discal, reconocer los signos de alarma y buscar cuanto antes la ayuda de un neurólogo veterinario marca la diferencia entre una buena recuperación y secuelas permanentes.

Hoy en día, gracias a técnicas avanzadas de imagen (TAC, mieloTAC) y a cirugías descompresivas como la hemilaminectomía, combinadas con rehabilitación, el porcentaje de recuperación en un perro con hernia discal es cada vez más alto. Ante la duda, lo más seguro siempre es consultar: actuar pronto protege la médula espinal y el futuro de tu compañero.

Si quieres profundizar más sobre el tema, te dejamos dos publicaciones de nuestro Instagram al respecto: